martes, 31 de mayo de 2011

<< Tú, ¿Quién serás tú? >>

Estaba tan acostumbrada a vivir solo por ti, solo para ti...Queriéndote ver al amanecer y estar ahí, mientras tú te despiertas; imaginándote justo a mi lado.
Con la ventana abierta, mirando las estrellas, solo puedo pensar en ti...¿Sabías lo qué hacía por ti?Todas las noches caminando con los pies descalzos a lo largo de los caminos más difíciles, tan solo para llegar a ver tu rostro a la luz del amanecer y estar justo a tu lado...contemplando tu rostro al natural...eres todo para mi.
Mi corazón está en tus manos, no lo pierdas, no lo lastimes, pero si lo haces, caminarás por las noches, a lo largo de los caminos, llevando las cenizas de este amor sobre tus manos, con los pies sangrando...mi corazón está ante tu mirada; no lo pierdas.
Ya en enero de éstos tiempos grises, la lluvia golpea en la ventana, quisiera que tú estuvieras aquí, abrazándome, ayudándome a vencer mis miedos...Mientras yo, gritando en voz alta tu nombre, quiero entregarme a ti, solo dejando que el silencio recuerde nuestro momento.Las lluvias malditas caen desesperadas, apagando las luces, cubriéndome de más miedos.¿Perdonarás todas mis caídas e incluso a pesar de mis tantas lágrimas no me susurrarás un pequeño adiós?

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